sábado, 15 de junio de 2013

Isangela Ravelo - El valor de la amistad. Una buena amiga...

Había una vez una chica que tenía una vida normal, muy alegre; pero, un día se le arruinó por completo. Esto empezó así:
Una chica llamada Clara, vivía en Venezuela. Sus padres eran ricos. Ella tenía todo lo que una chica desearía tener. Estudiaba en una escuela llamada U.E “ESCUERICOS”. Todos en esa escuela eran ricos, egoístas e ignorantes.
A Clara le iba muy bien allí. Era una de las populares; pero, ella tenía una amiga llamada Elizabhet que no era popular, que vivía en otro país y carecía de riquezas. Ellas se querían como si fueran hermanas.
Clara y Elizabhet se conocieron en Venezuela. Los padres de Elizabhet eran ricos también, sólo que un día, su madre murió en un accidente automovilístico y su papá por desesperación empezó a convertirse en delincuente. Robaba. Hacía negocios para estafar y hasta asesinaba. Los jefes del papá de Elizabhet lo despidieron de su trabajo y no lo aceptaron en otro trabajo por lo mismo de la< delincuencia. No le quedó de otra, su única alternativa era mudarse a otro país con su hija. Entonces, decidió volver a Venezuela.
Bueno, en fin, Clara tenía un grupo de “amigas”, en específico, llamadas: Alexia, Alejandra, Ally, Sofía y Stephany. Ellas eran muy unidas.
El grupo de Clara no aceptaba a otro tipo de gente que no fuera popular, mientras que a ese grupo lo alababan, ellas rechazaban a los demás, pero Clara tenía algo diferente. Aunque no lo crean, era una persona con un poco de corazón. Tenía sentimientos de amor hacia las cosas, como ayudar a aconsejar, entre otras cosas.
Clara, escondida de sus “amigas” para que no la descubrieran, ni la expulsaran, ni la discriminaran diciéndole cosas como  LA NIÑA NERDA o traicionera y quien sabe que otras cosas más, estaba ayudando a un chico a entregarle unas flores a una chica, entonces el grupo llegó en ese instante y la pilló. La expulsaron… total, la sacaron del grupo.
Clara dejó al niño con las flores en la mano y corrió hacia su ex grupo. Ella insiste en volver a pertenecer al grupo. Las muchachas decidieron ponerla a prueba, vigilándola todo el día. Sólo así podría ingresar nuevamente, si pasaba la prueba.
La prueba se trataba de no hablar ni ayudar a los demás, que eran considerados por el grupo como los NENTS.
Bueno, en fin, Clara aprobó la prueba, después de varios días y la metieron nuevamente en el grupo.
Al día siguiente, su mejor amiga Elizabhet le hizo una llamada telefónica y le preguntó que si podía ir a su casa para vivir allí con ella. Y Clara le respondió:
-        ¿Por qué? ¿Qué ocurrió?
-        Es que a mi papá lo mataron ayer de seis tiros en estómago. La policía lo encontró. Y estoy muy triste. No quiero estar sola. Ya tengo edad para irme del estado. Así que estaba pensando si me podría quedar a vivir por allá. Si quieres ¿no?
-        Por supuesto que quiero, eres mi mejor amiga, y quiero que estés a mi lado para apoyarte. ¿Cuándo te vienes?
-        Ya estoy por montarme en el autobús.
-        ¡Qué rápido!
-        Sí. Yo creo que llego mañana por la mañana.
-        Ah! Okey. ¡Más fino! Le voy a avisar a mi mamá.
-        Ay! ¡verdad! No te di tiempo de que le dijeras a tu mamá. Yo mejor me voy a bajar para esperar y me voy pasado mañana.
-        No vale. Tranquila. No creo que mi mamá diga que no, sabiendo en la situación que estás.
-        Ah! Bueno. Okey. De todas maneras el autobús ya había arrancado. Yo sabía que me ibas a decir que sí. Jejejeje, conociéndote; pero en este momento no quiero reír.
-        Lo sé amiga…bueno, voy a ir preparando todo para tu llegada.
-        Okey. Bueno. Chao. Te quiero.
En ese instante colgaron la llamada.
Clara estaba arreglando todo para la llegada de su amiga. Le preguntó a su mamá si su amiga podía quedarse a vivir allí con ella después de explicarle por todo lo que estaba pasando, y la mamá le dijo que sí. También le dijo que la iba a inscribir en su escuela.
En eso Clara se acordó de que si la inscribían en el mismo colegio tendría que dejar de hablarle, porque Elizabhet no era popular.
Bueno, pasaron las horas. A la mañana siguiente llegó su amiga Elizabhet.
Clara estaba dormida y no se dio cuenta de que había llegado. Elizabhet se acostó al lado de Clara, y al rato despertaron las dos juntas, felices y contentas.
Después de matar la fiebre por estar juntas y haberse contado todo lo que les había pasado a través de los años. La mamá de Clara llega y dice:
-Vamos Elizabhet, a inscribirte en el colegio de Clara .
Y Clara interrumpió diciendo:
-        No la metas en mi colegio, es que es muy chimbo.
La mamá de Clara añade:
-        ¡En serio! No me habías dicho nada. Vamos a sacarte del colegio entonces y te ponemos donde inscribamos a Elizabhet. ¿sí?
Clara responde:
-        ¡No! A mí no me saques de allí. A mí me gusta ese cole.
-        Entonces ¿por qué dices que es chimbo?
Y se quedaron discutiendo hasta que la mamá regañó a Clara e inscribió a Elizabhet en el mismo colegio de ella.
Al día siguiente, llegaron las dos muy juntitas al colegio. Cuando el grupo se estaba acercando, Clara empujo a Elizabhet para saludar al grupo. Elizabhet se cayó y empezó a llorar, y como Clara no quería que la sacaran del grupo la dejó en el piso y se fue.
Elizabhet se quedó extrañada por el raro comportamiento de su amiga Clara.
Clara no le habló en todo el día a Elizabhet.
Luego, semana tras semana Clara mantuvo el mismo comportamiento con su amiga.
Un día le pregunta Elizabhet a Clara:
-        ¿Por qué me tratas así, tan mal en el colegio y cuando llegamos a la casa te comportas como si no hubiese pasado nada y me tratas de maravilla?
-        No es por nada. Es imaginación tuya. Jejejeje.
-        Ummm... Okey. ¿Y cuando me vas a presentar a tus amigas? - en realidad, Elizabhet sentía que algo pasaba, pero la dejó en paz. Y Clara respondió:
-        No sé jejeje – se quedó con la risa hasta que Elizabhet se fue.
A la semana siguiente, cuando Clara y Elizabhet llegan al colegio, Clara ve que el grupo se le acerca a Elizabhet y le dicen:
-        Hola niña ¿cómo te llamas? – pregunta el grupo a Elizabhet.
Elizabhet contesta:
-        Me llamo Elizabhet.
Clara nota que el grupo la ignora y trata de llamar la atención intentando interrumpir su conversación, pero el grupo le dijo:
-        ¿Qué quieres? No ves que estamos hablando algo importante con nuestra nueva amiga – dieron media vuelta y se fueron y Clara se quedó sorprendida.
En la hora de receso, Clara le preguntó al grupo si quería comer con ella, pero ellas la ignoraron, y así pasaron varios días.
De pronto, Clara le pregunta a Elizabhet:
-        ¿Por qué me tratas así?
-        Bueno, por qué – y en eso sonó el teléfono de Elizabhet. Era el grupo que la llamaba para preguntarle si quería ir a París con ellas la semana siguiente, y ella por su puesto aceptó; también le pidieron el favor de sacar a Clara del grupo. Ella aceptó en todo. No le respondió a Clara y se fue.
El día que se iba a ir Elizabhet para París, Clara la acompañó hasta la puerta de la casa y justo cuando estaba por montarse en el autobús, ella subió corriendo a su cuarto y vio cuando arrancó. Se puso a llorar.
Poco rato después, Clara, con los ojos llenos de lágrimas decidió ir al parque para tratar de calmar su dolor. Cuando se fue a cambiar de ropa y abrió el closet, Elizabhet estaba allí y, Clara se asustó y le preguntó a Elizabhet:
-        ¡¿Qué haces aquí?! ¿No deberías estar camino a París?
A lo que Elizabhet responde  - Sí, pero primero son las amigas.
Y Clara sorprendida dice - Pero, pero… me alegra que estés aquí, pero ¿por qué haces esto si yo te traté mal todo este tiempo?
-        Ah! Bueno, porque a las amigas que cometen errores no se les ignora. Se les ayuda y se les da una lección, que en este caso fue necesaria – con una pequeña sonrisa en la cara y mirada tierna le señaló – espero que hayas aprendido.
-        Sí, claro que aprendí. Aprendí que una buena amistad dura para siempre y, que las amigas son para cuidarse y apoyarse mutuamente.
Después, a la semana, cuando vino el grupo de París, lo primero que le dijo Elizabhet es que se salía del grupo  y, como de costumbre al grupo no le importó para nada.
Desde ese momento, nunca más se separaron, pasara lo que pasara.




Fin

2 comentarios:

Eugenio Ravelo dijo...

Es un excelente cuento hija. sigue escribiendo. te amo. tu papá

Eugenio Ravelo dijo...

Es un excelente cuento hija. sigue escribiendo. te amo. tu papá