domingo, 7 de diciembre de 2008

El final no feliz de una historia masoquista

Basado en el trauma de mis días...

Aquí me tienes delirando entre recuerdos, arrepintiéndome de ellos. ¿Cómo es que tantas palabras dichas hoy no cuentan? Sólo remarcamos nuestras fallas y al decir adiós, usamos como respuesta del “porque” nuestros errores cometidos. Tú decides olvidar un pasado que transcurre, mientras mis heridas se han desangrado y mi corazón se ha vuelto ingrato.
Hoy levanté mi cara, se ha secado aquel rencor escondido. Ya mis lágrimas no le susurraran a tu dolor lo mucho que te he extrañado. A rastras de tus engaños comienzas otra historia… ¿Cómo es posible que una mujer sin amor no tenga poesía?..Quizás sus palabras no son reales, sólo son fuentes de saliva…Es la que has escogido para tus noches frías. Pero un beso desesperado, sin límites, sin regaños, ha sido tu decisión, has cambiado lisas pieles de un olor sensato, por tonterías de un amor barato.
Comprendí en tan poco tiempo que no necesitaré más tus labios para cantarle a mi corazón, omitiré tus palabras y no te borraré de mi vida, porque nunca fuiste parte de ella. Sé que mi juramento hacia la luna fue en vano pero tus promesas tampoco fueron cumplidas. Este sentimiento esta vacío y hoy en día el amor es un verbo fácil de sentir. No culparé a tus ojos por mentirme tantas veces, pero sé que fueron un disfraz maravilloso que vistió mi alegría. No me culpes si te extraño, se que mi voz es un eco que frena en tu cabeza, pero el espejo me ha contado que simplemente la rutina comenzó a desvanecerse tras “te extraño”. Que la sangre de mis venas firmen la sentencia de mi muerte antes de volver hacia tu dócil cuerpo. Me hace daño estar sin ti y contigo. No corrompas mis pensamientos…no intentes crear más heridas. Ya es demasiado el dolor que siento cuando te pienso.
Se me hace imposible creer, no por ser líder, esta decisión. me siento satisfecha y orgullosa. La única solución era destrozar este sentimiento masoquista.
De esta manera no habrá mas daños, pero el dolor persiste y está inconforme con nuestros llantos. Tus palabras me recuerdan a un viejo sueño de mi tristeza, donde nada era real. Pero aquellos ratos… cuando tu silencio me gritaba lo que tu boca no era capaz de decir, mientras tus ojos expresaban lo mucho que me amabas, serán la pesadilla más frecuente que tendré… Así como el recuerdo de un solitario hombre que se posó y llenó de amor estos tristes ojos. El recuerdo más profundo de esta historia será su final no feliz.

No hay comentarios: