¿Te has detenido alguna vez a contemplar la belleza que te rodea?
Es triste explicar cómo no apreciamos nuestro entorno. Ese mágico momento en donde miramos el cielo y le encontramos formas a las nubes, vemos el sol que arde pero sin querer herir, y como sus rayos acarician las hojas de los árboles, al mismo tiempo que se aprecia la danza de partículas de polvo en ellos. Pero es en ese preciso instante donde nos sobresaltamos al escuchar una corneta, y bajamos nuestra mirada para encontrarnos a un par de señores insultándose a través de sus ventanillas. He allí donde algunas personas se preguntan ¿Por qué el ser humano es tan superficial y egoísta? ¿Acaso no hay cosas más importantes que humillar a los demás? El éxito no se consigue superando a los demás sino a sí mismo, dijo un Anónimo mientras navegaba por Internet.
Más triste es cuando vemos familias donde los padres dan aquel ejemplo de ausencia y tratan de llenarlo con objetos materiales. Es sorprendente como las personas más humildes son aquellas que regalan una sonrisa sincera a sus seres queridos, regalan amor y abrazos, que es lo que realmente se necesita para ser feliz
En la actualidad el ser humano no vive, sobrevive.
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