Había una vez una chica que tenía una vida
normal, muy alegre; pero, un día se le arruinó por completo. Esto empezó así:
Una chica llamada Clara, vivía en Venezuela.
Sus padres eran ricos. Ella tenía todo lo que una chica desearía tener.
Estudiaba en una escuela llamada U.E “ESCUERICOS”. Todos en esa escuela eran
ricos, egoístas e ignorantes.
A Clara le iba muy bien allí. Era una de las
populares; pero, ella tenía una amiga llamada Elizabhet que no era popular, que
vivía en otro país y carecía de riquezas. Ellas se querían como si fueran
hermanas.
Clara y Elizabhet se conocieron en Venezuela.
Los padres de Elizabhet eran ricos también, sólo que un día, su madre murió en
un accidente automovilístico y su papá por desesperación empezó a convertirse
en delincuente. Robaba. Hacía negocios para estafar y hasta asesinaba. Los
jefes del papá de Elizabhet lo despidieron de su trabajo y no lo aceptaron en
otro trabajo por lo mismo de la< delincuencia. No le quedó de otra, su única
alternativa era mudarse a otro país con su hija. Entonces, decidió volver a
Venezuela.
Bueno, en fin, Clara tenía un grupo de
“amigas”, en específico, llamadas: Alexia, Alejandra, Ally, Sofía y Stephany.
Ellas eran muy unidas.
El grupo de Clara no aceptaba a otro tipo de
gente que no fuera popular, mientras que a ese grupo lo alababan, ellas rechazaban
a los demás, pero Clara tenía algo diferente. Aunque no lo crean, era una
persona con un poco de corazón. Tenía sentimientos de amor hacia las cosas,
como ayudar a aconsejar, entre otras cosas.
Clara, escondida de sus “amigas” para que no
la descubrieran, ni la expulsaran, ni la discriminaran diciéndole cosas
como LA NIÑA NERDA o
traicionera y quien sabe que otras cosas más, estaba ayudando a un chico a
entregarle unas flores a una chica, entonces el grupo llegó en ese instante y
la pilló. La expulsaron… total, la sacaron del grupo.
Clara dejó al niño con las flores en la mano
y corrió hacia su ex grupo. Ella insiste en volver a pertenecer al grupo. Las
muchachas decidieron ponerla a prueba, vigilándola todo el día. Sólo así podría
ingresar nuevamente, si pasaba la prueba.
La prueba se trataba de no hablar ni ayudar a
los demás, que eran considerados por el grupo como los NENTS.
Bueno, en fin, Clara aprobó la prueba,
después de varios días y la metieron nuevamente en el grupo.
Al día siguiente, su mejor amiga Elizabhet le
hizo una llamada telefónica y le preguntó que si podía ir a su casa para vivir
allí con ella. Y Clara le respondió:
-
¿Por qué? ¿Qué ocurrió?
-
Es que a mi papá lo mataron ayer de seis
tiros en estómago. La policía lo encontró. Y estoy muy triste. No quiero estar
sola. Ya tengo edad para irme del estado. Así que estaba pensando si me podría
quedar a vivir por allá. Si quieres ¿no?
-
Por supuesto que quiero, eres mi mejor amiga,
y quiero que estés a mi lado para apoyarte. ¿Cuándo te vienes?
-
Ya estoy por montarme en el autobús.
-
¡Qué rápido!
-
Sí. Yo creo que llego mañana por la mañana.
-
Ah! Okey. ¡Más fino! Le voy a avisar a mi
mamá.
-
Ay! ¡verdad! No te di tiempo de que le
dijeras a tu mamá. Yo mejor me voy a bajar para esperar y me voy pasado mañana.
-
No vale. Tranquila. No creo que mi mamá diga
que no, sabiendo en la situación que estás.
-
Ah! Bueno. Okey. De todas maneras el autobús
ya había arrancado. Yo sabía que me ibas a decir que sí. Jejejeje,
conociéndote; pero en este momento no quiero reír.
-
Lo sé amiga…bueno, voy a ir preparando todo
para tu llegada.
-
Okey. Bueno. Chao. Te quiero.
En ese instante colgaron la
llamada.
Clara estaba arreglando todo para la llegada
de su amiga. Le preguntó a su mamá si su amiga podía quedarse a vivir allí con
ella después de explicarle por todo lo que estaba pasando, y la mamá le dijo
que sí. También le dijo que la iba a inscribir en su escuela.
En eso Clara se acordó de que si la
inscribían en el mismo colegio tendría que dejar de hablarle, porque Elizabhet
no era popular.
Bueno, pasaron las horas. A la mañana
siguiente llegó su amiga Elizabhet.
Clara estaba dormida y no se dio cuenta de
que había llegado. Elizabhet se acostó al lado de Clara, y al rato despertaron
las dos juntas, felices y contentas.
Después de matar la fiebre por estar juntas y
haberse contado todo lo que les había pasado a través de los años. La mamá de
Clara llega y dice:
-Vamos Elizabhet, a inscribirte en el colegio
de Clara .
Y Clara interrumpió diciendo:
-
No la metas en mi colegio, es que es muy
chimbo.
La
mamá de Clara añade:
-
¡En serio! No me habías dicho nada. Vamos a
sacarte del colegio entonces y te ponemos donde inscribamos a Elizabhet. ¿sí?
Clara
responde:
-
¡No! A mí no me saques de allí. A mí me gusta
ese cole.
-
Entonces ¿por qué dices que es chimbo?
Y se quedaron discutiendo hasta que la mamá
regañó a Clara e inscribió a Elizabhet en el mismo colegio de ella.
Al día siguiente, llegaron las dos muy
juntitas al colegio. Cuando el grupo se estaba acercando, Clara empujo a
Elizabhet para saludar al grupo. Elizabhet se cayó y empezó a llorar, y como
Clara no quería que la sacaran del grupo la dejó en el piso y se fue.
Elizabhet se quedó extrañada por el raro
comportamiento de su amiga Clara.
Clara no le habló en todo el día a Elizabhet.
Luego, semana tras semana Clara mantuvo el
mismo comportamiento con su amiga.
Un día le pregunta Elizabhet a Clara:
-
¿Por qué me tratas así, tan mal en el colegio
y cuando llegamos a la casa te comportas como si no hubiese pasado nada y me
tratas de maravilla?
-
No es por nada. Es imaginación tuya.
Jejejeje.
-
Ummm... Okey. ¿Y cuando me vas a presentar a
tus amigas? - en realidad, Elizabhet sentía que algo pasaba, pero la dejó en
paz. Y Clara respondió:
-
No sé jejeje – se quedó con la risa hasta que
Elizabhet se fue.
A la semana siguiente, cuando Clara y
Elizabhet llegan al colegio, Clara ve que el grupo se le acerca a Elizabhet y
le dicen:
-
Hola niña ¿cómo te llamas? – pregunta el
grupo a Elizabhet.
Elizabhet contesta:
-
Me llamo Elizabhet.
Clara nota que el grupo la
ignora y trata de llamar la atención intentando interrumpir su conversación,
pero el grupo le dijo:
-
¿Qué quieres? No ves que estamos hablando
algo importante con nuestra nueva amiga – dieron media vuelta y se fueron y
Clara se quedó sorprendida.
En la hora de receso, Clara le preguntó al
grupo si quería comer con ella, pero ellas la ignoraron, y así pasaron varios
días.
De pronto, Clara le pregunta a Elizabhet:
-
¿Por qué me tratas así?
-
Bueno, por qué – y en eso sonó el teléfono de
Elizabhet. Era el grupo que la llamaba para preguntarle si quería ir a París
con ellas la semana siguiente, y ella por su puesto aceptó; también le pidieron
el favor de sacar a Clara del grupo. Ella aceptó en todo. No le respondió a
Clara y se fue.
El día que se iba a ir Elizabhet para París,
Clara la acompañó hasta la puerta de la casa y justo cuando estaba por montarse
en el autobús, ella subió corriendo a su cuarto y vio cuando arrancó. Se puso a
llorar.
Poco rato después, Clara, con los ojos llenos
de lágrimas decidió ir al parque para tratar de calmar su dolor. Cuando se fue
a cambiar de ropa y abrió el closet, Elizabhet estaba allí y, Clara se asustó y
le preguntó a Elizabhet:
-
¡¿Qué haces aquí?! ¿No deberías estar camino
a París?
A lo que Elizabhet
responde - Sí, pero primero son las
amigas.
Y Clara sorprendida dice -
Pero, pero… me alegra que estés aquí, pero ¿por qué haces esto si yo te traté
mal todo este tiempo?
-
Ah! Bueno, porque a las amigas que cometen
errores no se les ignora. Se les ayuda y se les da una lección, que en este
caso fue necesaria – con una pequeña sonrisa en la cara y mirada tierna le
señaló – espero que hayas aprendido.
-
Sí, claro que aprendí. Aprendí que una buena
amistad dura para siempre y, que las amigas son para cuidarse y apoyarse
mutuamente.
Después, a la semana, cuando vino el grupo de
París, lo primero que le dijo Elizabhet es que se salía del grupo y, como de costumbre al grupo no le importó
para nada.
Desde ese momento, nunca más se separaron,
pasara lo que pasara.
Fin