Hace mucho tiempo, en un pequeño reino, se desato un gran lamento,
todo producido por un
dragón de más de 1000
metros de estatura, el Rey desesperado, ofreció una gran
fortuna a quien matara a tal monstruosidad. Allí los tres amigos Almots, Kawel
(quienes eran pareja), y Elthos todos de la edad de 17
años, se ofrecieron a cumplir con dicha tarea.
Tanto el reino
como el mismo rey, sabiendo que no regresarían de tal encargo, les ofrecieron 3
hermosos caballos de raza pura, un escudo de oro, y muchas otras provisiones
para que regresaran a salvo y sin más nada que ofrecerles, partieron
inmediatamente a las lejanas tierras.
Recorriendo
tantos kilómetros hasta llegar al pie de la montaña, cansados y hambrientos, los tres jóvenes se
quedaron profundamente dormidos, bajo el manto de las estrellas.
Al día
siguiente, Almots recorriendo la extraña montaña, encontró un hermoso arroyo. surgió
de lo más profundo del agua, una hermosa mujer, más atractiva que la misma
Kawel (que de por si era una mujer de belleza sin igual). Le ofreció pasar una noche con ella. Si aceptaba,
a cambio, lo llevaría a hablar con el mismo diablo para terminar tal asunto. Sin
titubeo el joven aceptó y se introdujo en el agua desapareciendo poco a poco
con la extraña.
Elthos y Kawel lo buscaron durante 3 meses, pero no encontraron rastro de él
por ningún lado; además, Elthos guardaba
hace mucho tiempo un gran secreto. él estaba enamorado de su mejor amiga, pero
nunca le dijo hasta que se le presentó la oportunidad una noche. Kawel exaltada por tan inesperada sorpresa se sonrojó y apenas cruzaba palabras con
su mejor amigo. Nunca le respondió con sinceridad lo que sentía por él. Ella
aún amaba a Almots.
De repente
mientras descansaban, el agua del arroyo se los tragó y cuando se despertaron, se
encontraban en una gran sala. Allí se estaba el diablo, la ninfa y Almots.
Inmediatamente,
sin la más mínima oportunidad de que reaccionaran ante tal situación el diablo
inició una discusión diciendo:
-
He aquí a los otros dos
mortales, es hora de hablar de su tarea… -replicó el diablo.
Mientras Almots miraba a su prometida
Kawel respondió:
- - Ya hice lo prometido es hora de
que acabes con el dragón.
Elthos exaltado preguntó:
- - ¿Qué cumpliste hermano?
La ninfa mirando
la bochornosa situación comentó:
- - Este se acostó conmigo durante
los 3 meses que estuvieron en la montaña.
Tanto Elthos
como Kawel quedaron en shock. El demonio se transformó en el dragón, y destruyendo
la gran sala, se dieron cuenta de que todo era una ilusión, y sin notarlo se
encontraban ya emergidos en una oscura caverna en llamas. Salían de la
oscuridad, horribles y deformadas criaturas.
Elthos mirando
la situación tomó el escudo de oro y saltó al frente del dragón para
enfrentarlo cara a cara mientras que Almots defendía a su prometida de las
presencias demoníacas.
El dragón
mirando con gracia al pequeño muchacho, expulsó con agresividad sus llamaradas
de fuego en su contra, suponiendo que era el final. La ninfa abrió un pequeño
agujero al fondo de la caverna para que escaparan el prometido y la prometida,
pero Kawel, se rehusó a dejar a su amigo en ese lugar. Mirando a Elthos que
por una parte del escudo gritaba:
-
Vete, yo lo mantendré ocupado,
estaré bien.
Angustiada, Kawel le respondía:
- - No te voy a dejar en este
lugar, yo nunca te respondí lo que sentía.
Elthos levemente
sonrió y respondió:
- - Yo te amo, y es lo único que me
importa.
Reaccionando ante
insospechada confesión Almots tomó a
Kawel de sus brazos, de prisa y con fuerza y salieron huyendo de la caverna. En
ese mismo instante en que Almost y Kawel lograron alcanzar la salida, la ninfa
cerró la caverna eternamente.
Los dos
regresaron al reino y la multitud sorprendida por su retorno celebraron durante
1 año, su acto heroico: el encierro del dragón.